La mujer que ama viajar sola
Ninguna mujer que ama viajar sola busca tan sólo vacaciones, souvenirs y fotos en sitios turísticos…
Una mujer que viaja sola está en la búsqueda de mucho más que eso…
Una mujer que viaja sola está enfrentando miedos, buscando respuestas, o quizás preguntas… está buscando olvidar, o quizás recordar…
Una mujer que viaja sola busca sorprenderse, reír, y también animarse a llorar…
Seguramente haya llegado a un punto en su vida en el que necesita romper con determinadas estructuras… y comenzar a construir otras…
Necesita explorar, conocer, tocar, probar… ver otros rostros, otros atardeceres, despertar o redescubrir otro tipo de sentimientos…
Quizás esté intentando olvidar a alguien, o tenga la ilusión de encontrar a ese alguien…
Se va, y se va sola porque se ha sentido débil, y necesita volver a sentirse fuerte… Se va quizás porque la han lastimado, y necesita reconstruirse…
Se va porque a veces necesitamos reflejarnos en nuevos rostros, vivir otras sonrisas y descubrir que, a veces, la distancia sirve para reinventarnos, para deshacernos de aquellos rótulos con los que nacimos, que a veces nos identifican, pero otras nos condenan…
Se va, y al irse vuelve a sentirse capaz, vuelve a mirarse en el espejo, ese espejo que a veces es un paisaje, una persona que no conoce y con la que conecta desde otro lugar, a veces, sin siquiera hablar su mismo idioma…
Una mujer que ama viajar sola se va y cuando regresa ya no es la misma… se ha ido lejos, se ha perdido y se ha reencontrado… ha recorrido miles de kilómetros para, en realidad, viajar a su interior y jamás volver a ser la misma.
***Y muchas veces, las cosas no saldrán como ella quiere. Pero siempre, SIEMPRE, habrá valido la pena.
