Ser cantante en cruceros. Nahimé nos cuenta su historia

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Nahimé, cantante en cruceros
Nahimé y su carrera en cruceros

Entrevista a Nahimé Fernandez, cantante en cruceros.

Nahimé es cantante y actriz. Marplatense. Se define como una artista, buscadora de oportunidades. Una mujer simple y sencilla.

Da clases de canto, hizo teatro musical y una gran carrera como cantante a bordo de los cruceros MSC.

En esta entrevista nos cuenta cómo hacer para aplicar, qué es lo mejor de trabajar en cruceros y qué es lo que menos le gustó.

Te invitamos a conocerla y a seguir sus consejos si querés embarcarte en la aventura de cantar por el mundo.

Nahimé Fernandez

¿Qué preparación hay que tener para poder trabajar como cantante a nivel internacional?

Yo me preparé en teatro musical. Estudié varios años. También me preparé en técnica vocal y en teatro.

Al subirme a los barcos ya tenía experiencia en teatro musical, en revista en distintos espectáculos, pero no necesariamente tenés que tenerlo para subirte a un barco.

Como preparación creo que tenés que tener una sólida técnica vocal, porque te requiere de ser muy versátil. Te exigen cantar estilos diferentes y adaptarte a las tonalidades o al idioma que ellos te propongan.

Y tenés que tener personalidad en el escenario. Son teatros muy grandes, entonces no te podés achicar. Tengas o no experiencia. Tenés que pisar fuerte el escenario.

¿Cómo fue el proceso para aplicar?

Yo tenía decidido que quería trabajar en barcos y empecé a investigar. Empecé a escribirle a gente que ya había trabajado en barcos. Gente conocida… amigos de amigos… Consulté cómo tenía que enviar el material. Pedí mails de contactos, etc, etc. Y de ahí me empecé a hacer de nombres de agencias… me pasaron un par de mails, y ahí es donde empecé a mandar el material.

Dentro del material estaba mi CV y también envié un reel donde se mostraban diferentes trabajos míos, TODOS CANTANDO EN VIVO. No conviene mandar algo donde el sonido esté editado.

Lo envié con fotos.

Lo envié una vez. No obtuve respuesta.

Al mes los volví a enviar sin respuesta.

Así habrá sido como cinco veces… hasta que se abrió un hueco. Porque esto se maneja así. Muchas veces enviás material y no te contestan porque no hay vacantes.

Me contactaron por e mail, haciéndome la propuesta de MSC. Yo dije que si y tuve una entrevista online en la cual me hicieron preguntas y chequearon mi nivel de inglés.

FUE TODO ONLINE.

Y a partir de ahí fue el proceso de conseguir los papeles. Que es un caos.

Tuve que hacer los cursos STCW. Encontrar el curso es difícil, dada la urgencia con la que a veces tenés que embarcar.

Recomiendo que si alguien tiene decidido que quiere trabajar en barcos, que tenga hecho ese curso. De esa manera tendrán miles de oportunidades más de embarcar que quien no los tiene.

También averiguar cómo pagan el salario. Yo tuve que abrir una cuenta en dólares en Argentina, dejarle una autorización a mi hermana, y eso también me tomó bastante tiempo.

Dejar un apoderado, si son argentinos, es clave.

También tuve que tramitar la visa de trabajo americana. Eso es una vez que ya tenés el contrato.

Todo eso lo tuve que hacer en un mes. Asique mi consejo es que si saben que van a trabajar en cruceros, que adelanten todo lo que puedan.

¿Qué nos podés decir de lo que fue tu paso por MSC como cantante?

En lo profesional fue una súper experiencia. Porque, de repente, sos una cantante solista en un teatro de 3500 personas. Pasás de cantar en un show en un bar a ser Celine Dion (risas).

Las primeras presentaciones, te tiembla todo.

Es impresionante. La gente va a ver el show. No estás cantando en un café donde la gente está charlando.

En el barco van a ver el show y eso es hermoso.

Es cierto que llega un momento en el que se torna medio repetitivo.

De todas formas, es algo hermoso subir y ver a tanta gente que vino a escucharte.

Es una excelente oportunidad para un artista. Subirte a un escenario frente a tanta gente, con un sonido de primera. No cambiaría esa experiencia por nada.

¿Qué fue lo que más te gustó?

Por un lado lo que gané a nivel profesional. Artísticamente gané mucha confianza en el escenario. Y eso es muy positivo.

Mis amigas argentinas… Hay vínculos de todos los tipos, y, cuando congeniás con alguien, se crean vínculos muy intensos… para mal y para bien, entonces, cuando esos vínculos son buenos, es algo súper lindo.

Y viajar. Eso fue maravilloso. Hoy miro hacia atrás y miro las fotos… coleccionaba pins de todos los lugares adonde fui, que ya los miro y ni me acuerdo en dónde estuve… tengo que googlear porque no sé ni dónde es… Pero todas estas imágenes en mi cabeza, de diferentes paisajes y de culturas y de personas que fui conociendo es algo que rescato también. Me va a quedar toda mi vida.

Viajando por el mundo

¿Qué fue lo que menos te gustó?

Quieras o no estás encerrado en un barco. Es una vida que tiene su lado luminoso y su lado oscuro.

De repente al principio es todo color de rosa pero después llega un momento donde, de repente, estás afuera paseando y tenés que mirar el reloj cada cinco minutos para que no se te pase la hora. Es como vivir dentro de un régimen militar.

Si llegás tarde tenés una amonestación y es difícil acostumbrarse a eso.

Al principio no te pesa pero llega un momento en el que empieza a molestar un poco.

Cada vez que entrás en el barco tenés que pasar por un proceso de seguridad, que te revisan las cosas… Hay días en los que estás cansada y querés llegar a tu cabina a tirarte a la cama, y te tenés que quedar haciendo la cola para poder volver a entrar… Forma parte, pero, a la larga cansa.

También está el tema de los vínculos…

Convivís con miles de personas todos los días…

De repente un día te despertaste de mal humor y tenés que ir y desayunar con otras personas, de diferentes nacionalidades… entonces, tenés que tener una personalidad muy adaptativa para sobrellevar ese tipo de situaciones.

Es como un Gran Hermano el barco.

Y si te toca trabajar o estar con gente con la cual no sos tan afín, se puede hacer un poco pesado.

¿Qué diferencias encontrás entre trabajar como cantante en barcos y en hoteles?

Hay muchísimas diferencias. Son dos cosas distintas.

Por un lado, a nivel profesional, los shows en los hoteles tienen una infraestructura de menor nivel.

No cantás en un teatro, sino en un escenario montado afuera del hotel. La gente está tomando algo mientras mira el show.

En el hotel el elenco es mucho más reducido… somos unas cinco personas, cuando en el barco éramos treinta.

Entonces el nivel del show es diferente.

Pero por otro lado, trabajando para el hotel sos libre. Porque trabajás en un hotel pero vivís en tierra.

Tengo la opción de vivir en el hotel o vivir afuera y que ellos me paguen un extra.

Después de trabajar en los barcos donde convivía con la gente que trabajaba, elegí vivir afuera. Sino estás con esa sensación de que estás todo el tiempo metido en el trabajo.

Si vivís ahí y a una determinada hora necesitan a alguien que haga una determinada tarea, te lo pueden solicitar porque saben que estás ahí.

Al vivir afuera, yo tengo mi vida aparte y voy, pruebo sonido, hago el show y me vuelvo a mi casa.

En los hoteles hacemos sólo un show, mientras que en los barcos son dos y pueden llegar a ser tres, dependiendo del tipo de contrato que tengas.

Son dinámicas de trabajo totalmente distintas.

Yo no trabajo sólo en un hotel. Trabajo en una compañía, pero esa compañía tiene 15 hoteles. Entonces cada noche voy a un hotel diferente.

Hacemos dos shows, los cuales van rotando entre los diferentes hoteles.

¿Por qué es una buena opción para cantantes trabajar en cruceros?

En primer lugar porque profesionalmente te da mucha experiencia. Salís de ahí con mucha más seguridad, con otro currículum, obviamente.

También te aporta mucho material de video. Todos los reels que tengo hoy los grabé arriba del barco.

Y, siendo argentino, monetariamente conviene muchísimo. Los sueldos son en euros o en dólares.

Yo comencé con un salario de 1.600 euros que, para mí era una locura.

Hoy en día están ofreciendo hasta 4000 euros. Depende de la compañía, del arreglo que hagas.

ES ALGO QUE SE PUDE NEGOCIAR y no todos lo saben.

¿Qué mensaje te gustaría dejarle a aquel cantante que esté en esta búsqueda?

Primero, QUE INSISTAN!

Cuando me metí en la cabeza que quería trabajar en un crucero… y con todo me ha pasado así, HAY QUE INSISTIR.

El material no se envía una sola vez… Hay que enviarlo 80 veces hasta que alguien te conteste. Por si o por no.

Si te contestan que no, no hay que quedarse con eso.

Tocará esperar un tiempo, preparar material nuevo, y volverlo a enviar.

Para mi esa es la clave de todo, y a mi me funcionó así.

TENER CONFIANZA EN UNO MISMO.

En el camino hay gente que te quiere pinchar. También hay mucha competencia.

Entonces lo mejor es confiar en el trabajo de uno, dar lo mejor y así se van a seguir dando las cosas.

La experiencia de cantar en cruceros

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