No rendirse

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No rendirse es la clave!!!

Muchísimas veces, cuando emprendemos la aventura de viajar y trabajar, habrá momentos en que las cosas se tornarán difíciles, y será tentador volver a casa, pero cuando lográs sortear los obstáculos, te darás cuenta de que vale la pena no rendirse!

Mi experiencia

La experiencia de Playa del Carmen me dejó con sabor a poco, pero tenía que volver a Buenos Aires para terminar mis estudios en la universidad.

Después de los cuatro meses más intensos de mi vida, volví con la esperanza de repetir la experiencia de trabajar en el exterior… en cualquier lugar de playa, arena y sol.

Lo que sería una mezcla de vacaciones y trabajo acabó siendo una experiencia que me enseñó la importancia de no rendirse.

Irte con lo puesto

Nuevamente, mi bolsillo no estaba en condiciones de llegar muy lejos, asique opté por una opción más económica y acorde a mis posibilidades.

Tres días después de festejar Año Nuevo junto a mi familia, partí a Río de Janeiro.

Con la idea de instalarme en Buzios, un lugar turístico pero un poco más tranquilo, del cual no tenía mucha información más que el alojamiento en el que me quedaría las primeras noches.

Llovía torrencialmente, estaba en un barrio un tanto alejado del centro y, debo admitir que pocas veces en mi vida me había sentido tan sola.

Al día siguiente, afortunadamente salió el sol… lo cual me dio la energía necesaria para salir con mi carpeta de currículums en mano a lograr mi objetivo.

La experiencia como mesera en México me demostró que dicho trabajo no es mi fuerte, asique apunté a las agencias y los hoteles.

Inprevistos

Una de las contras fue llegar después de las fiestas, dado que el personal para la temporada ya había sido contratado a principios de diciembre y no había puestos vacantes.


Otro problema con el que tuve que lidiar fue mi poco conocimiento del idioma portugués, más allá de que es un destino cuya mayoría de turistas son argentinos.

Malas experiencias

Tres o cuatro días más tarde, cansada y ya bastante desanimada, salí a recorrer la ciudad con pocas esperanzas de conseguir algo… Se me ocurrió entrar a una agencia donde había una mujer brasilera que hablaba muy bien el español.

Me comentó que no estaban buscando gente pero que, si quería, podía guiar los paseos gratuitos que daban por la ciudad para ofrecer los tours que vendían y ganar a comisión.


No tenía nada que perder, asique, junté toda la documentación que había a mano acerca de Buzios (en aquella época no había wi fi ni google) y me dediqué esa noche a armar un city tour de una ciudad que había conocido hacía menos de una semana.

Al día siguiente, salí temprano hacia la agencia, donde me esperaba un micro listo para pasar a buscar más de 50 turistas argentinos para llevarlos a conocer la ciudad.

Cuando todo (TODO) sale mal

Debo admitir que fue una experiencia inolvidable, aunque no por eso placentera…

Demoramos más de diez minutos en cada hotel esperando a los huéspedes, la mayoría de ellos de la tercera edad… Hacía muchísimo calor y, obviamente, mis pasajeros estaban llenos de ¨preguntitas¨.

Aproximadamente, después de un par de horas paramos en la cima de un morro para realizar una vista panorámica.

Cuando volvimos a subir al micro, el mismo no arrancaba… Y así empezó una de las peores experiencias que haya vivido trabajando afuera…

El chofer tuvo que ir caminando hasta la agencia para pedir asistencia. Yo tuve que quedarme en el morro, cerca del mediodía, con más de 50 personas mayores, esperando, sin saber cuándo vendrían a buscarnos.

Obviamente, y con mucha razón, los pasajeros comenzaron a impacientarse… Con la mayor amabilidad del mundo intenté calmarlos, y, entre charlas y bromas el tiempo pasó y vinieron a recogernos.

Así aprendí que lo importante es que, a pesar de sentir nervios y bronca, siempre hay que tomar el control de la situación y transmitir calma aunque por dentro tengamos un huracán de emociones…

Finalmente, y contra todos mis pronósticos, absolutamente TODOS los pasajeros compraron tours con nosotros.

Pasaron los días y después de un par de contratiempos similares a los de aquel día, dejé de trabajar en dicha agencia, a riesgo de tener que volver a Argentina sin completar la temporada, como tenía planificado.

Seguir intentando

Mientras buscaba un próximo trabajo me dediqué a recorrer playas y sitios de la ciudad…


Mi actividad favorita pasó a ser el ensayo semanal de las escolas de zamba preparándose para el carnaval… donde pequeños y grandes se unen al ritmo de tambores para disfrutar y bailar hasta el amanecer.

Un par de días después alguien me comentó que había una agencia cuya dueña era argentina, que eran buena gente y podían llegar a darme trabajo, asique allí fui…

Me encontré con un matrimonio súper agradable, él brasilero y su mujer argentina. Me ofrecieron vender tours en la playa y ganar a comisión. Asique armé mi carpeta y salí a caminar por horas las playas de Buzios.

La ventaja de trabajar a comisión es que manejás tus horarios, asique, cuando consideraba que había vendido lo suficiente como para tirar un par de días, guardaba mi carpetita y me sentaba con algún conocido a tomar unas cervecitas y mirar el atardecer.

Vientos de cambio

Afortunadamente todo comenzó a mejorar. Disfruté mucho de trabajar free lance aunque debo admitir que uno debe ser más responsable y hubo días que debía caminar la playa unas 9 o 10 horas para lograr una cantidad de dinero necesaria para mantenerme.

Esa temporada, además de conocer lugares hermosísimos de Brasil, me di el gusto de bailar en el Carnaval de Río y ver a los Rolling Stones en Copacabana.

El bello aprendizaje de no rendirse

Toda experiencia, por más previsores que seamos, puede llenarnos de vivencias y aprendizajes que jamás en la vida pensamos llegar a tener… aun así, cuando las cosas no salen como las planeamos.

No rendirse y confiar en uno mismo es la clave, y esto es, a mi parecer, la mejor parte de andar sin mochilas 

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Luis
Luis
4 years ago

Excelente, hay que aprovechar lo que el destino nos pone, pues la
vida es una sola. ….lo de Roling Stone fue genial.